Este un ritual para canalizar la fuerza de esta Luna y dar
un giro a las situaciones y circunstancias negativas de nuestra vida presente.
Abriendo los caminos hacia un futuro mejor.
NECESITAMOS:
Un puñado grande de arena o sal
Una vela o lamparilla blanca
Un vela o lamparilla naranja
Una vela o lamparilla roja
Un recipiente de barro
Un puñado de hojas romero y de hiedras muy trituradas
Alcohol
Cerillas de madera
PREPARACION:
Se pone la arena o la sal formando un círculo y con el dedo índice
de la mano derecha se marca en ella la espira, Símbolo de la Luna
Vela roja corresponde a Marte, la vela naranja corresponde
al sol y la vela blanco a la luna.
Se colocan las tres velas en triangulo sobre el laberinto,
cuidando de que la de la Luna, la blanca y la del Sol, la naranja queden una
frente a la otra
En medio de las velas del Sol y la Luna colocamos el
recipiente de barro con las hierbas rociadas de alcohol (romero y hiedra, las
plantas de la luna y el sol).
RITUAL
Encendemos las tres velas. Primero la de la Luna, luego la
del Sol y por último la de Marte.
El fuego canaliza la energía de la luna, por ello prendemos
las hierbas con una cerilla de madera y cuando la llama esta alta se convoca a
Ariadna la Diosa de la Luna con este conjuro;
“Ariadna Diosa de la Luna, reina de las estrellas y los misterios.
Te llamo en esta hora, llamo a tu esencia y convoco tu fuerza para que llegue hasta nosotros.
Tú que eres el alma de la naturaleza.
Tú que das vida al universo entero.
Te pido en esta hora que tu Energía se expande más allá de las ondas y los círculos de tu laberinto.
Permite que mis palabras y mis ruegos se hagan ciertos en esta noche.
Te pido para mí y para los míos la Fuerza para alejar de nosotros todo aquello que nos impida tener alegría en el corazón.
Por medio de esta humilde ofrenda, te rogamos nos mantengas alejados de todo aquello que puede dañar nuestras vidas, cortar nuestros caminos y romper nuestras ilusiones.
Que así sea. Que así sea. Que así sea.”
Te llamo en esta hora, llamo a tu esencia y convoco tu fuerza para que llegue hasta nosotros.
Tú que eres el alma de la naturaleza.
Tú que das vida al universo entero.
Te pido en esta hora que tu Energía se expande más allá de las ondas y los círculos de tu laberinto.
Permite que mis palabras y mis ruegos se hagan ciertos en esta noche.
Te pido para mí y para los míos la Fuerza para alejar de nosotros todo aquello que nos impida tener alegría en el corazón.
Por medio de esta humilde ofrenda, te rogamos nos mantengas alejados de todo aquello que puede dañar nuestras vidas, cortar nuestros caminos y romper nuestras ilusiones.
Que así sea. Que así sea. Que así sea.”
Las velas se dejan consumir del todo, la arena y el resto de las hierbas quemadas se echan en un lugar fuera del entorno. Lo mejor es un río o el mar, pero puede hacerse donde otro de los elementos, como el viento, los disperse.
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