Estos textos se les conoce como “Textos de las Pirámides” y están escritos enteramente en jeroglíficos y muchos de sus “Capítulos “ son copias de una colección más antigua, por lo que no se puede precisar su origen, fecha y autor. Pero podemos suponer que los Capítulos copiados en las paredes de las tumbas de los reyes mencionados, en esencia, representan las creencias de los egipcios de tales dinastías con respecto al Más Allá y el pensamiento religioso entre las clases más altas de Egipto.
Para los egipcios la vida no tenía sentido sin el amor. Y este era considerado tanto por hombres y mujeres como una pasión íntima ligada a la magia viva y real. Desde las húmedas orillas del Nilo, a lo más árido y seco del desierto del Sinaí, los sentimientos se razonaban como seres animados, como pertenecientes a los de un juego de fuerzas mágicas. Infinidad de textos, esculturas y grabados de todas las épocas, son los fieles testimonios de la grandeza del amor en el Antiguo Egipto. Y esta emoción era de carácter mágico. Lo que daba a lugar que existieran multitud de encantamientos y fórmulas mágicas, para solicitar a los dioses la correspondencia en el amor del ser querido. Los métodos mágicos egipcios que se empleaban para enamorar al ser amado, frecuentemente eran de una complejidad extrema. Era necesario el ingenio y el conocimiento de la naturaleza para poder encontrar elementos vegetales, triturarlos y depositarlos en raros recipientes, añadir productos oleaginosos en momentos oportunos, aprovechando las fases de la luna, a más de conocer y recitar conjuros, y a determinadas horas, saber manipular los elementos mágicos de poder. El encantamiento a los siete Hator, es uno de las invocaciones que se citan como bastante frecuentes. El enamorado o enamorada en nombre del dios Ra-Horakhty, el señor de los dioses del cielo y de la tierra, les envía la petición del amor, del deseo, de la necesidad de poder tener al ser querido cerca. Según rezaban los Antiguos Textos Mágicos Egipcios, si era un hombre el que solicitaba los favores sagrados, invocaba a las divinidades para que la mujer que amaba y deseaba, le buscara como una vaca rebuscaba la hierba verde, como la madre buscaba a sus hijos o el pastor a su rebaño de ovejas. Si era una mujer la que deseaba el amor del hombre, se invertían los papeles de sexo, y si aquellos poderes mágicos rehusaban ayudarlos, el mago prendería fuego a Busiris, y Osiris se quemaría. En el papiro mágico de Leiden, se habla del encantamiento del escarabajo y de la copa de vino. El método indica que para lograr el amor de una mujer, se tenía que coger un escarabajo diminuto y sin cuernos. Se debía actuar a la salida del sol, y poner el escarabajo en un recipiente con leche de vaca negra. Se dejaba hasta el atardecer y al retirarlo había que verter arena encima del garrapato, y esperar a que quedara seco hasta el día siguiente. Después había que cocerlo con vino de bosque, triturarlo con pepitas de manzana mezcladas con orín o sudor del mago. Había que hacer con todo aquello una bola, que posteriormente se introduciría en una pequeña taza de vino y se debía dar la circunstancia de que la bebiera la mujer amada. |
CONSULTAS DE TAROT
Conjuros
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario