Cuando tienes un amuleto, una piedra a tu lado que te sirve
para alejar la mala suerte, atraer a la buena, etc. se dice que, cada cierto
tiempo, se debe limpiar para que sus poderes sigan estando en perfecto estado.
Lo mismo ocurre en el caso de las cartas del tarot que, con regularidad, hay
que limpiarlas porque por ellas, a través de la persona que las echa y lee,
fluye la energía que puede ser positiva o negativa y, cuando se cargan de mucha
negatividad, es difícil entenderlas e incluso se pueden hacer malas lecturas.
Es por eso que conviene lavarlas de ver en cuando, aunque no
con jabón y agua, como puedes pensar sino que hay métodos para hacerlo. Para
que sepas cuándo es necesario limpiarlas, ten en cuenta lo siguiente: cuando no
las entiendes y siempre te señala el mismo punto, es decir, parece que todas
las tiradas son iguales.
Limpiar las cartas del tarot
Para limpiar las cartas del tarot tienes varias formas,
aunque son dos los métodos más utilizados.
El primero de ellos necesita de la luna llena. Tienes que
colocar las cartas en un plato blanco, una al lado de la otra y cubrirlas con
sal gorda. Es posible que puedas necesitar un par de platos para todas las
cartas.
A continuación debes colocar el plato en el balcón o la
repisa de la ventana para que le de la luz del sol. Sólo cuando pase un día y
una noche tendrás que retirarlas y quitar los restos de sal pero nunca debes
hacerlo en un día de lluvia (primero porque se mojarían y segundo porque la
limpieza no sería buena).
Otro método para limpiar las cartas del tarot sería el agua
y la sal. Tienes que llenar un vaso con agua y echar un puñado de sal gorda.
Ahora coge unas servilletas que sean de color blanco (o un trapo blanco) y
humedécelas en el agua para pasarlo por las cartas limpiándolas una a una. Es
posible que te des cuenta que recuperan su color y también la energía.
Una vez limpias todas colócalas en un abanico y agítalas
nueve veces. Es un método más rápido y se recomienda más el primero pero, si no
tienes tiempo, también vendrá bien.
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