En el antiguo Egipto era religion y magia la construccion de templos
dedicados a los dioses. Estos templos eran reconstruidos con el paso del
tiempo sobre los cimientos de viejas construcciones que en otras epocas
habian servido para albergar la presencia de la divinidad venerada.
Como el concepto de religion es lo mismo que el de magia, los egipcios
tenian la costumbre de usar los secretos magicos para hacer de cada
templo una entidad viviente, es decir, los templos cobraban vida.
Uno de esos secretos, es bien conocido por la magia hermetica, en la cual el mago experimentado, el de ayer y el de hoy, pueden convocar entidades elementales y hacer que permanezcan dentro de un recinto y trabajen al servicio del mago. Antiguamente, los magos egipcios, conocedores de los secretos hermeticos tenian dominio sobre los elementos, creaban un ser elementario, por ejemplo, del fuego para que permanezca dentro del templo de una divinidad y ayude a sanar a los enfermos que acudian por ayuda. Para que la operacion magica se concretara, es decir, para que el elementario cobrara vida y fuerza en su mision, se escribian formulas magicas en las paredes de dicho templo. Pasado el tiempo, y si por alguna circunstancia determinada, el templo dejaba de funcionar, se desmantelaba la operacion magica de las paredes, es decir, se borraban palabras magicas y se daba fin a la existencia del ser elemental. El templo quedaba inactivo.
Muchas veces se usaban los elementarios como oraculos, o bien se los introducian dentro de estatuas de piedras y respondian a las preguntas de los peregrinos. Eran las famosas estatuas parlantes de quellos tiempos. Posteriormente, muchos farsantes imitarian estas acciones y las reducirian en meros trucos de charlatanes y embaucadores.
Para muchos lectores esto puede parecerles fantasia, una leyenda, pero es verdad, porque quien aprenda a ser un hermetico aprende a controlar los elementos, y los servidores que se crean a partir de cualquier elemento cumplen con su funcion asignada. Aprender esta materia lleva tiempo, pero es un recurso que la Divina Providencia a puesto en las manos de muchos magos y muchas magas para que lleven a cabo tareas mucho mas altruistas de las que estamos acostumbrados en nuestro mundo materialista desprovisto del adecuado equilibrio y ecuanimidad.
Uno de esos secretos, es bien conocido por la magia hermetica, en la cual el mago experimentado, el de ayer y el de hoy, pueden convocar entidades elementales y hacer que permanezcan dentro de un recinto y trabajen al servicio del mago. Antiguamente, los magos egipcios, conocedores de los secretos hermeticos tenian dominio sobre los elementos, creaban un ser elementario, por ejemplo, del fuego para que permanezca dentro del templo de una divinidad y ayude a sanar a los enfermos que acudian por ayuda. Para que la operacion magica se concretara, es decir, para que el elementario cobrara vida y fuerza en su mision, se escribian formulas magicas en las paredes de dicho templo. Pasado el tiempo, y si por alguna circunstancia determinada, el templo dejaba de funcionar, se desmantelaba la operacion magica de las paredes, es decir, se borraban palabras magicas y se daba fin a la existencia del ser elemental. El templo quedaba inactivo.
Muchas veces se usaban los elementarios como oraculos, o bien se los introducian dentro de estatuas de piedras y respondian a las preguntas de los peregrinos. Eran las famosas estatuas parlantes de quellos tiempos. Posteriormente, muchos farsantes imitarian estas acciones y las reducirian en meros trucos de charlatanes y embaucadores.
Para muchos lectores esto puede parecerles fantasia, una leyenda, pero es verdad, porque quien aprenda a ser un hermetico aprende a controlar los elementos, y los servidores que se crean a partir de cualquier elemento cumplen con su funcion asignada. Aprender esta materia lleva tiempo, pero es un recurso que la Divina Providencia a puesto en las manos de muchos magos y muchas magas para que lleven a cabo tareas mucho mas altruistas de las que estamos acostumbrados en nuestro mundo materialista desprovisto del adecuado equilibrio y ecuanimidad.
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