miércoles, 30 de marzo de 2016

El trabajo con el octaedro


Descripción del Octaedro:


En el Octaedro su elemento es el aire y es el símbolo de la integración, de la perfección de la materia por el espíritu. Es el símbolo de la sabiduría.

El nombre del octaedro en griego significa <<de ocho caras>> 

Está formado por:

* 8 triángulos equiláteros, que son sus caras

* 12 aristas de igual longitud

* 6 vértices en los que se unen cuatro caras en cada uno 



Astrológicamente representa a Acuario o el Ángel y a los elementos de aire: Libra, Acuario, Géminis.



En la medicina china es el yang. Para los orientales es Brama, donde está la presencia de todo. Equilibra lo de arriba con lo de abajo, en consciencia Divina. La mente traspasa las barreras de lo físico. Chakra: Cardiaco.





El trabajo con el octaedro 


El octaedro resulta muy útil para resolver y eliminar viejos asuntos, programaciones y patrones oscuros. Aporta nuevas informaciones y es capaz de incrementar enormemente la energía. Con ayuda del octaedro podemos influir en el clima y los estados de ánimo, soltar y eliminar bloqueos, situaciones estancadas, aportar nueva energía a espacios y lugares, depurar campos colectivos, crear equilibrio, establecer nuevas conexiones con otras dimensiones luminosas y tender puentes.



Los octaedros se instalan para crear nuevas conexiones posibles, incrementar la energía y establecer contacto con la conciencia de unidad. Refuerzan las capacidades telepáticas y posibilitan la conexión y comunicación en todos los niveles.



Cuando queremos comunicarnos o entrar en contacto con otras personas u otras formas de vida, conviene sostener en la mano un octaedro, visualizarlo o mirarlo en una imagen.







Meditación con el octaedro


Ponte de pie y junta la mano derecha con la izquierda encima de la cabeza y nota como, a izquierda y derecha, lo masculino y lo femenino se completan y se vuelven uno en tu interior con el contacto de las dos palmas. Junta los pies: el octaedro tiene su vértice superior en las puntas de las manos, y el otro vértice penetra bajo los pies al interior de la tierra.



Imagina que estas de pie dentro del octaedro, que un octaedro te rodea. La punta superior te une al espíritu, el padre Sol y la punta inferior penetra en el suelo, la madre tierra. Estas unido con el cielo y la tierra. Haz ahora que en tu imaginación el octaedro gire alrededor de ti. Haz que gire cada vez más rápido. Da vueltas alrededor de ti como un trompo. En tu interior hay calma, amplitud, paz.



Estas en el centro de un viento arremolinado. Notas como toda la energía que no te corresponde es expulsada de tu campo energético y como esté se torna más ligero, libre , claro y transparente. Notas como te expandes.



Observa tu respiración, limítate a percibir, no valores. Ahora imagina como la luz y la energía fluyen a través de la punta del su octaedro y penetran con tu respiración en el cuerpo luminoso. Retenla a media altura (unos 8 cm por debajo del ombligo) y después déjala escapar del suelo. Aspira ahora toda la fuerza de la tierra a través de los pies al interior del conducto del prana, que corre paralelo a la columna vertebral. Mantenla a la altura del ombligo y espira en dirección del chakra de la coronilla. Deja que fluya de este modo la respiración, inhalando y exhalando varias veces. Comprueba si varía la rotación del octaedro. 



Baja los brazos y deja que cuelguen sueltos a los costados. Seguirás notando la punta del octaedro. Déjate llevar con el octaedro a una situación en que desee soltarse, abrirse o ensancharse. Imagina como fluye en regía dorada y blanca cristalina al interior del asunto, como este se afloja, como la energía empieza a clarificarse y como la bendición puede entrar sin problemas en esta situación.


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